De Lizi Boyd
¿Imaginas un mundo donde cada estación del año, cada hora del día, cada instante fuera el ideal para jugar, para compartir, para crear? ¿Imaginas un mundo donde todo tiempo feliz fuera tiempo libre? Lizi Boyd, la autora de Linterna mágica, nos propone en este libro sin palabras un nuevo paseo a plena luz del día; una marcha que nos conduce a un universo familiar que se transforma a medida que transcurren las estaciones.
A lo largo de estas dieciséis escenas ilustradas, presenciamos el despertar de la creatividad del protagonista, que emprende nuevos proyectos: plantar semillas, decorar las paredes con dibujos, construir un velero de juguete o zambullirse en la lectura de un buen libro.
Gracias a las ventanas troqueladas, asistimos como espectadores privilegiados a la transformación de la naturaleza. Y a través de ellas, exterior e interior se fusionan en armonía, de manera que cada página anticipa la escena siguiente y proporciona una nueva forma de mirar la anterior.
Un gato, un perro, una tortuga, pájaros, paisajes nevados o árboles en flor ambientan el entorno: innumerables detalles que no se asimilan en una única lectura. Un libro para leer de delante hacia atrás y de atrás hacia delante, en el que una sola cosa parece imposible: aburrirse.
«Mi estudio está rodeado de ventanas —confiesa la autora—. A menudo dejo mis ilustraciones sobre la mesa de dibujo y salgo a mirarlas para ver cómo me siento. Hay algo en este proceso que me permite ser objetiva.»
Páginas: 32
Medida: 22 X 24 cm
Edición: Tapa Dura
Editorial: LZR
TIEMPO LIBRE
De Lizi Boyd
¿Imaginas un mundo donde cada estación del año, cada hora del día, cada instante fuera el ideal para jugar, para compartir, para crear? ¿Imaginas un mundo donde todo tiempo feliz fuera tiempo libre? Lizi Boyd, la autora de Linterna mágica, nos propone en este libro sin palabras un nuevo paseo a plena luz del día; una marcha que nos conduce a un universo familiar que se transforma a medida que transcurren las estaciones.
A lo largo de estas dieciséis escenas ilustradas, presenciamos el despertar de la creatividad del protagonista, que emprende nuevos proyectos: plantar semillas, decorar las paredes con dibujos, construir un velero de juguete o zambullirse en la lectura de un buen libro.
Gracias a las ventanas troqueladas, asistimos como espectadores privilegiados a la transformación de la naturaleza. Y a través de ellas, exterior e interior se fusionan en armonía, de manera que cada página anticipa la escena siguiente y proporciona una nueva forma de mirar la anterior.
Un gato, un perro, una tortuga, pájaros, paisajes nevados o árboles en flor ambientan el entorno: innumerables detalles que no se asimilan en una única lectura. Un libro para leer de delante hacia atrás y de atrás hacia delante, en el que una sola cosa parece imposible: aburrirse.
«Mi estudio está rodeado de ventanas —confiesa la autora—. A menudo dejo mis ilustraciones sobre la mesa de dibujo y salgo a mirarlas para ver cómo me siento. Hay algo en este proceso que me permite ser objetiva.»
Páginas: 32
Medida: 22 X 24 cm
Edición: Tapa Dura
Editorial: LZR